miércoles, 26 de marzo de 2008

Soy de Iquitos y a mucha honra

No puedo saber el número exacto pero, a mucha gente le he contestado que NO, no me gusta Lima, he despedido a demasiados amigos en el aeropuerto, gente que va a estudiar, trabajar y a buscar un mejor estilo de vida. Bueno, al menos yo, siento que me siento mucho mejor aquí, en mi querido Iquitos.

Más que todo pienso que la debilidad que no me gusta de Lima es el problema de la seguridad. Aquí, camino con tranquilidad sin temores a que alguien me arranche el bolso. Yo que no tengo la cabeza en su lugar muchas veces, olvido las cosas en lugares públicos y al volver siempre los encuentro o alguien amablemente, me lo devuelve. Y claro, el calorcito de mi tierra, es más libre andar en ropa suelta casi todo el año, sin esas incomodas chompas y guantes de lana. Bañarme cuantas veces quiera para refrescarme, y no sufrir con ese agua caliente en invierno que envejece mi piel.

En Iquitos siempre tenemos las puertas y ventanas de nuestras casas abiertas, aún no sé porqué esa costumbre, pero más creo que por el calor, pero sin desconfianza alguna, en cambio en Lima, puertas de fierro, tras más fierro, encima unas vallas con 6 a 8 candados. Uff, recordar a los taxis que me he subido en Lima, el chofer por poco y parece un carcelero. En cambio en Iquitos, con nuestros mototaxis, que además de un paseo cómodo al bolsillo, también vas refrescado con el aire natural del pulmón del mundo.

El "dejo" loretano no se me nota mucho, pero sin embargo cada vez que voy a Lima, inflo el pecho cuando digo que soy de Iquitos, y más que por sentirme orgullosa, lo inflo para llenar de aire por todas las cosas que tengo que decirles a estos petulantes limeños cuando me molestan de "charapita calentona" o empiezan a remedar, como si fuesen superiores.

Ellos se han dejado manipular por el concepto que se vende, de que las de la selva son "regaladas" y NOOOO, no es así. Para todos los que piensan así les digo, culturícense, conozcan a más de una y se convencerán de lo contrario. El que menos se ha querido sobrepasar en este tema en mis fugaces visitas a Lima, pero "ahuanta tu carro papito" respetos guardan respetos así que bye.

Vivir en Lima, ¿vivir en Lima?, ¿¡¡Vivir en Lima!!? Mmm, yo sé, yo sé, las oportunidades son mejores en la capital, en eso creo que concordamos todos, pero quizás por un tiempo lo haría, y en ese tiempo pondré mi granito de arena para cambiar el concepto de la mujer iquiteña. Ya lo verás limeñito lindo!

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